¡TREMENDA RESPONSABILIDAD!
¡TREMENDA RESPONSABILIDAD!
Por J. C. M.
El sentido común debe ser nuestra guía cuando el pensamiento divaga por senderos contradictorias, absurdos y tortuosos.
Hoy en día se utiliza la descomunal fuerza de las ideas como un arma de disolución social para hegemonizar la identidad y las costumbres de los pueblos.
El Sionismo Laborista, con la complicidad del magnate George Soros, han invertido enormes cantidades de dólares para dejar a un lado el sentido común y enfrascarnos en el complejo campo de las ideas.
Para los extraviados, la realidad no cuenta, lo que importa es la percepción particular de nuestra identidad: “…si yo me percibo libre, libre seré, aunque esté con grilletes encadenado a un sólido muro”. Pasan por encima de la naturaleza al negar lo que los sentidos distinguen dando a la ideología una certeza a las percepciones como si fueran verdad. Invertimos el orden y la naturaleza y caemos en un foso profundo y mentiroso.
Lo mismo pasa con la ideología de género que tratan de imponer en Latinoamérica.
Hay un absurdo tan grande como el que sigue: “…si yo me percibo hombre o mujer, siendo del género contrario al que me percibo, entonces, ese género soy”.
Y ante esta sinrazón la ideología de género se muestra como un tirano que a fuerza del poder público te fomenta, promueve e impone la percepción que tengas de la sexualidad. ¡Vaya disparate! El sentido común me dicta y la naturaleza me confirma: sólo hay hombre o mujer; cada uno con sus atributos que la naturaleza les ha otorgado. En un mundo donde la ciencia confirma tu identidad, donde la Genética te explica en detalle el origen y proceso de tu género, la ideología de género lo desconoce y fomenta una visión contra natura, anticientífica y perversa. Rechazan la atracción natural de los sexos y envilecen y corrompen el sano reclamo de la naturaleza. Sin embargo, los ideólogos de género consideran su desenfreno contranatural como una realidad indiscutible y pone a las legislaciones del poder a su servicio.
Lo más dramático de esta perversión es que va dirigida a los niños que todavía no se abren a la sexualidad: Desde este estadio, la ideología de género, con la fuerza del poder público, la complicidad “maiceada” de organismos internacionales y nacionales, han convencido al poder legislativo de aprobar y legislar para convertirlo en un derecho irreductible del ser humano, que aún no llegan a la madurez física, psicológica y social, para que se pase por encima de la autoridad de los padres y darle cuerda a esta aberración del pensamiento, que se ha extraviado y mandado en las tenidas masónicas de las Logias.
Esta circunstancia tan grave atenta contra toda ley, divina o humana, al considerar al niño una entidad “acabada”, digna y con derecho de tomar decisiones acerca de su “percepción”.
Esto es lo que están enseñando en las escuelas primarias de la patria, pervirtiendo el sentido común de nuestros niños, que son el futuro y la esperanza del mañana.
Así las cosas, invoquemos al sentido común de los padres de familia para que se rebelen ante esta autoridad depravada, que ha puesto sus ojos en nuestros hijos para crear “engendros” contra natura y un ejército de homosexuales al servicio de la ideología de género y de todos los intereses comerciales y políticos que representan.
¡No a la “percepción” del género! ¡Sí al sentido común, porque el futuro representa una tremenda responsabilidad!
