12 Feb
12Feb

EL PERIPLO LAVROV

Por J. C. M.


 

¡Vaya, vaya!... El durísimo discurso de Donald Trump empieza a hacer efecto y, sin previo aviso, se lanza el ministro ruso de Asuntos Exteriores para paliar el fuego encendido en el Congreso de los Estados Unidos. La misión de Lavrov es atenuar el temor que abarcó Venezuela, Cuba y México, y que dejó castañeando dientes en la región.

La promesa de Trump de “desocialización del hemisferio”, puso a temblar a México y el Caribe, y raudo y veloz, Lavrov viene a apaciguar las cosas y sumarse a la visión mexicana de resolver la crisis venezolana con diálogo con la oposición en vez de fortalecer al Grupo de Lima.

Son muchos los intereses de Rusia en Venezuela y le han apostado a sostener a Nicolás, por el momento, por aquello de poseer las reservas más grandes de petróleo en el planeta, mismas que son el botín de ideólogos y posturas políticas, extremas y mentirosas.

Nadie duda que el principal socio de Venezuela es la Federación Rusa, y que le sigue China; México sólo es comparsa en este juego de intereses.

Marcelo Ebrard recibió instrucciones de Lavrov y dejó claro sus “coincidencias” en sus posturas; prometieron formar un bloque en la ONU cuando México forme parte del Consejo de Seguridad.

Así es más o menos lo que vino a comunicar Lavrov, o al menos es lo que han dicho en sus comunicados a la prensa.

Es posible que lo que está sobre la mesa es el juego de las influencias políticas de rusos y estadounidenses. Por un lado, Rusia necesita sacudirse la injerencia de los E.E.U.U. en Ucrania y Estados Unidos sacudirse a su vez, la injerencia rusa en el Caribe.

En este juego político, las dos superpotencias tienen con qué negociar, y lo más probable es que anden cabildeando quién es quién en la región.

Para evitar confrontaciones, Lavrov le vino a decir a Ebrard que “ya basta” con la “Cuarta Transformación” porque hay nuevas jugadas. Seguramente a Cuba le dijo que no se meta y frene a sus “Piratas del Caribe” y a Venezuela, que ya tiene un refugio seguro para Delcy y Maduro en su próximo retiro; que van a manejar, como un gesto de buena fe de Maduro, para convocar a elecciones, con la participación de todas las fuerzas políticas, donde Maduro pierde la presidencia y se retira con dignidad, para rumiar su derrota en las estepas. Huirán a Cuba todos sus amigos y 10,000 cubanos que “asesoran” al régimen. Guaidó entra y sale triunfante en las elecciones; Trump anuncia una gigantesca inversión en Venezuela para paliar el tiradero que dejó el chavismo. Total, el objetivo de Lavrov y Trump es que el “Imperio” se quede con el petróleo de Venezuela y la Federación Rusa tendrá manos libres en Ucrania, Corea del Norte y China.

El que piense lo contrario, o sea, que Lavrov vino a ver a sus socios en América y echarles porras para desafiar a Trump, no piensan con cordura. Prender la mecha en América sería un suicidio global y la única herencia de esta postura sería la guerra y el fin del “negocio de los amos del mundo”. Ya no se trata de dos posturas ideológicas opuestas; es cuestión de “billetes”, de que prevalezcan los negocios y haya un consumo global dinámico y equilibrado, que los países de América cumplan sus objetivos de crecimiento y desarrollo …  ¡aunque paguen el 60% de impuestos! ¡Todo es posible!

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